Por: Sabdy Lemuel Guerrero Pimentel
El nacimiento de los pueblos en el mundo germina con una particularidad que pudiera definir a todos, por igual, y es que familias de pobladores de determinadas zonas, tomaban porciones de terrenos y atendiendo a su condición económica, hacían suyos ciertos territorios, la construcción de viviendas en zonas sin ningún tipo de levantamiento u ordenamiento, fue y ha sido un denominador común, dando al traste con lo que hoy pudiese llamarse mal ordenamiento territorial, que nos ha afectado durante años, generando pobreza, que al final termina reflejándose en los altos índices de delincuencia y criminalidad.
De manera habitual, sólo nos circunscribimos a los factores socioeconómicos ordinarios, que dan al traste con la posibilidad de que se origine el fenómeno de la delincuencia en determinada comunidad, tales como: la falta de educación, y desempleo, el cual si bien es cierto generan una incidencia visible, no menos cierto es que la ausencia de un ordenamiento territorial alineado a un Desarrollo Sostenible adecuado incide en el surgimiento de la delincuencia y la criminalidad, y es ahí donde los Ayuntamientos Municipales y los gobiernos deben jugar un rol preponderante. “Planificación territorial, planificación y desarrollo”.
La falta de planificación referente a ordenamiento territorial Sostenible provoca en primer orden pobreza multidimensional, reflejada en asentamientos informales, el cual se construyen sin ningún tipo de planificación urbana ni social, reduciendo el índice de calidad de vida debido a la falta de tuberías para agua potable, servicio de energía eléctrica adecuada, calles no asfaltadas, la ausencia de un sistema de eliminación de excretas, y por último hacinamiento rural y urbano.
Es por ello que las actividades delictivas tienden a ser más comunes donde hay desigualdad, en lugares donde no hay suficiente alumbrado público, terrenos baldíos, calles no bien diseñadas, donde las condiciones de vida producto de la marginación estructural no son adecuadas. En tal sentido, hacer referencia a un informe presentado por Infosegura, en fecha de 2022, donde se destaca que: las provincias que concentran al total de víctimas de homicidios se ubican principalmente en la zona de la costa sur del país, así como el centro, estas se caracterizan por ser puntos de alto volumen poblacional y contar con un alto índice de pobreza estructural y de ordenamiento territorial. También destacar que: en el portal web de la Policía Nacional de República Dominicana, en una nota publicada en 2023, el 3.1% de la tasa de homicidios por 100 mil habitantes en RD, fue originada por delincuencia y el 6.6% por conflictos sociales.
Los espacios urbanos en malas condiciones envían una clara señal: “Aquí no hay nadie que cuide esto. Existe una tendencia a establecer que la percepción de visualizar una ciudad como segura o como peligrosa suele relacionarse con el índice de desarrollo que esta muestra.
No obstante, la seguridad, como asunto de Estado que incluye participación y decisión sobre políticas públicas, debe contar con la toma de decisiones de la ciudadanía y de sus organizaciones para lograr en conjunto presentar estrategias en lo referente al desarrollo urbano. Con el desarrollo de las comunidades se contribuye a minimizar el papel de Estado en la aplicación de la coerción.
“Una buena planificación urbana evita el índice de la criminalidad”.
El autor es especialista en Defensa y Seguridad Nacional