La fortuna del fundador de Amazon asciende a casi 170,000 millones de dólares
El fundador de Amazon, que ha celebrado recientemente su compromiso con Lauren Sanchez, sopla ahora las velas de su 60 cumpleaños con planes de conquistar el espacio.
169,700 millones de dólares. Esa es, según Forbes, la fortuna de Jeff Bezos. El fundador de Amazon es la tercera persona más rica del mundo, solo por detrás de Elon Musk y Bernard Arnault.
Aunque se crio en Houston (Texas), Jeffrey Preston Jorgensen, nació el 12 de enero de 1964 en Albuquerque (Nuevo México). Su madre, Jacklyn Gis, tenía 17 años cuando dio a luz a Bezos, cuyo apellido procede de su padrastro, Miguel Bezos, pues de su padre biológico, Theodore Jørgensen, nunca supo nada.
Desde muy temprana edad, mostró su inclinación hacia la tecnología, como cuando montó una alarma eléctrica para evitar que sus hermanos menores entrasen en su cuarto. Así, no es de extrañar que, en 1986, Bezos se graduase con honores en Ciencias de la Computación e Ingeniería Eléctrica en la Universidad de Princeton.
Después de trabajar en una empresa de fibra óptica, se convirtió en el vicepresidente más joven de la compañía de inversiones «D. E. Shaw & Co», donde también conoció a la que sería su futura esposa, la novelista Mackenzie Scott.
Se dieron el «sí quiero» en 1993, cuando Amazon todavía no existía. Pero su matrimonio, con 4 hijos en común, terminó en 2019. El acuerdo al que llegaron, por el que Mackenzie adquirió algunas acciones de Amazon, la ha hecho ocupar el número 31 en el ranking de personas más ricas.
Y, a pesar de que hasta entonces Bezos había mantenido hasta entonces su vida privada en un perfil bajo, empezó a ser visto con la presentadora Lauren Sanchez, con quien está comprometido. Aunque es pronto para saber si estará tan comprometido como lo está con su pasión principal: los negocios y la tecnología, unidos.
Más allá del Kindle
La semilla de Amazon se plantó en el garaje de Bezos en Seattle. En 1994, con 30 años, dejó su trabajo en Wall Street para, con sus ahorros y la ayuda de sus padres, fundar «Cadabra.com», una librería online
El éxito fue inmediato: en solo dos meses, los ingresos ya eran de 20,000 dólares semanales. Fue entonces cuando, de cara a mejorar los resultados en los motores de búsquedas, la web cambió su nombre a «Amazon«. El resto, ya es historia.
La visión de Bezos iba más allá, ya que quería que Amazon se convirtiera en un lugar donde los consumidores pudieran comprar cualquier cosa. Más allá del revolucionario «Kindle», precursor de las tabletas y pionero en libros electrónicos, el «marketplace» fue ampliando su oferta de productos: desde música hasta todo tipo de dispositivos.
A día de hoy, se puede encontrar de todo: decoración, ropa, cosmética, alimentación, herramientas… Es el gigante del comercio online Y, más allá de la venta de productos, ofrece servicios en la música, una plataforma de streaming musical (Amazon Music), otra de películas y series (Prime Video), el matrimonio con Twitch o su plataforma de audiolibros (Audible).
En 2021, Jeff Bezos anunció que dejaría el cargo de CEO de Amazon. Pero, más allá de la store online, Bezos también es propietario de The Washington Post y acaba de convertirse en inversor de Perplexity AI, una herramienta híbrida entre Chat GPT y un buscador tipo Google. Además, es fundador de la empresa aeroespacial Blue Origin.
Colonizar el espacio
De hecho, Jeff no solo comparte con Elon Musk el formar parte del ranking de hombres más ricos, sino la obsesión por un futuro en el que la humanidad pueda vivir fuera del planeta tierra.
En una entrevista con Lex Fridman, Bezos afirmó que querría «ver a un billón de humanos viviendo en el sistema solar», estando así dicho sistema «lleno de vida, inteligencia y energía». Según él, esa cifra daría lugar a contar con «1.000 Mozarts y 1,000 Einsteins» en esta civilización espacial.
Sin embargo, de acuerdo con el magnate, «las superficies planetarias son demasiado pequeñas» por lo que la humanidad tendría que vivir «en estaciones espaciales gigantes», estilo cilindros o colonias de O´Neill, similares a las que pueden verse en películas como «Interstellar».
