En torno a la donación de sangre existen mitos y creencias que provocan en las personas temor de ejercer este gesto altruista, que puede llegar a salvar hasta tres vidas, explicó el fundador y coordinador del Club de Donantes de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra cada 14 de junio.
“La escasez del líquido es provocada porque la gente tiene miedo de donar o cree que no pueden por alguna razón”, dijo José Rafael Sagredo y citó como ejemplo el hecho de tener tatuajes o piercing. Aclaró que después del año de estos procedimientos, las personas sí pueden donar.
En términos generales, hombres y mujeres que cuiden de su salud, no usen drogas de manera habitual, tengan más de 110 libras y se encuentren entre 18 y 75 años pueden donar. Igualmente existen reglas generales, como no haber ingerido alcohol durante 48 horas.
Con relación a las enfermedades, Sagredo resaltó que hay personas con enfermedades como la diabetes, hipertensión o problemas de tiroides que creen que no pueden donar. Sin embargo, puntualizó que las personas hipertensas que el día de la donación tengan la presión normal y diabéticos que tengan la glicemia normal pueden donar. “Las personas que usan tratamientos para el cáncer o para enfermedades autoinmunes tienen que consultar con su doctor”, especificó el médico familiar.
Sagredo mencionó que no pueden donar quienes padecen o han padecido hepatitis B o C. En caso de que el diagnóstico haya sido de hepatitis A, solamente puede donar si ese diagnóstico fue antes de los 12 años.
Tampoco pueden donar los VIH positivos o diagnosticados con sida y las embarazadas “porque necesitan esa sangre para su bebé”, dijo Sagredo.
Personas que sufren de acné y están usando tratamientos derivados de la vitamina A no deben donar, pues este componente es peligroso si la sangre la recibe una embarazada.
El Club de Donantes de PUCMM tiene más de 12 años y se fundó con el propósito de impulsar una cultura de donación voluntaria dentro del entorno universitario. Esta iniciativa hace tres jornadas de sangre por año y desde su creación en el 2010, ha contribuido con casi 4,000 unidades colectadas, que se distribuyen en hospitales.
Esta iniciativa surgió también como respuestas a la escasez de sangre, problemática que no es exclusiva de República Dominicana y frente a la que, considera el médico, hacen falta campañas educativas para acabar con la falta de información, y para que la ciudadanía asuma el hábito de este gesto voluntario y salvador.